El 8 de marzo es un día de lucha, reflexión y visibilización. Es un momento para reconocer el trabajo incansable de las mujeres a lo largo de la historia y para exigir la igualdad de género, el respeto y la justicia. Compartimos algunas palabras con las cuales resonar como comunidad educativa en este día:
Equidad: Porque la igualdad no es solo un derecho, sino una necesidad para construir sociedades más justas.
Respeto: Porque todas las personas, sin importar su género, merecen ser tratadas con dignidad y consideración.
Libertad: La libertad de decidir sobre nuestros cuerpos, nuestras vidas, y nuestro futuro.
Sororidad: El poder de la solidaridad entre mujeres, que nos impulsa a levantar nuestras voces juntas para un cambio real.
Justicia: Por cada mujer que ha sido silenciada, por cada violencia que ha sido invisibilizada, por cada oportunidad que ha sido negada.
Visibilidad: Porque nuestras historias, nuestros derechos y nuestras luchas deben ser escuchadas, reconocidas y valoradas.
Empoderamiento: Porque el poder de las mujeres radica en su autonomía, en la lucha diaria y en la voz que se alza con fuerza.
Resiliencia: La capacidad de las mujeres de levantarse una y otra vez, frente a las adversidades, con la esperanza de un mundo más igualitario.
Transformación de nuestra sociedad: Porque cada paso hacia la igualdad es parte de una transformación profunda que está cambiando las reglas del juego.
Esperanza: Porque a pesar de todo, seguimos soñando con un futuro donde el 8 de marzo no sea un recordatorio, sino un testimonio de los logros alcanzados.
Este 8M, las mujeres de todo el mundo siguen luchando, exigiendo y construyendo un mañana mejor.
